8 ene 2011

Jaén


Una montaña arropa a Jaén y le aparta la luz del mediodía. Pero Jaén es una perla cuando amanece. En su fuero renacentista el aire expulsa una idílica Roma que nunca fue. La catedral es una señora de alto copete encajonada en un brocal. Jaén es hoy una ciudad en obras. Un monorraíl tiene a todas las calles en remonta y llena de hombrecitos azules. Será para bien, pues seguro que los giennenses serán más felices pensando que todas sus cuestas son hacia abajo.

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